BOMBEROS DE NUEVA YORK

Pero no es fácil ser bombero, especialmente en la ciudad de los rascacielos, y aún más con los recortes debidos a la crisis económica. A pesar de arriesgar su vida a diario, el sueldo es tan escaso que con frecuencia se ven obligados a tomar otro trabajo para poder pagar las facturas.

Así que, resumiendo, los bomberos de Nueva York tienen un trabajo peligroso, con un horario infernal, en unas instalaciones que prácticamente se caen a trozos, con un equipo que tampoco esta muy allá, y tan mal pagados que además tienen que buscar trabajo extra. No es raro que tengan una tasa de divorcios tan alta. Y al final, todo eso de ser los héroes de la ciudad parece tener como única ventaja la gran juerga que se corren cada 11 de septiembre, en el aniversario del atentado, con copas gratis en toda la ciudad y groupies locas por montárselo con un bombero de Nueva York (les da igual cual), y presumir de ello con sus amigas